sábado, 30 de agosto de 2008

Como fichas de dominó


Tras una agotadora (yo aún diría más: ¡extenuante!) jornada de trabajo como promotora en la que me he pasado 10 horas de pie, os complazco con un post que llevaba días prometiendo. Aún así, aviso, no va a esclarecer nada ni a sacar ninguna conclusión. ¿Por qué? Porque ni yo misma comprendo el problema, por lo cual me es difícil analizar la situación.
Antes de nada, y para los despistadillos, NO, finalmente las elecciones galegas NO se adelantan. Mucho se ha especulado sobre ello, y no sólo especulado; altos dirigentes políticos han hablado explícitamente sobre ello, en contra y a favor. Ahora que Touriño ha acallado todas las dudas, se intentan acallar también las voces que propagan al viento la crisis política existente en Galicia. Agoreros los ha habido siempre; son un producto típico. Pero cuando el río suena...

La posibilidad de adelanto de las elecciones galegas, que tanto revuelo causó (al menos en Galicia) se vino discutiendo desde el último congreso del PSOE. España en sí, todos los sabemos, no está pasando un buen momento, y la susodicha crisis económica no sólo está dañando el bolsillo de la mayoría de los españoles, sino también la imagen del Gobierno. En principio, el adelanto de las elecciones en Galicia se debería a una estratagema política que tendría como fin que el PSOE no perdiera las tierras galegas, que tradicionalmente han pertenecido al PP (mejor dicho, a Fraga) y que actualmente gobiernan en coalición con el BNG. Digamos que se adelantarían las elecciones para que los galegos votasen antes de que la crisis fuese a más y el daño a la imagen del PSOE fuese ya irreparable. Galicia es una tierra que les costó conquistar, pero que más les cuesta mantener. A todo esto hay que sumarle los cada vez más frecuentes choques que se producen entre los miembros del bipartito (PSOE-BNG) en puntos clave de políticas sociales, infraestructuras y demás temas de importancia. Y es que, desde luego, el PSOE y el BNG poseen muchos más puntos en común entre sí que con el PP, pero aún así tienen diferencias sustanciales que afectan al modo de gobernar la comunidad. No voy a defender al uno ni al otro, pero hay que reconocer que el tener que seguir los dictámenes de un partido estatal es una rémora para el PSOE galego ya que, como vemos en el caso de Catalunya, muchas veces el gobierno autonómico y el central no se ponen de acuerdo, aún a pesar de que pertenezcan al mismo partido. Ahora mismo, lo que le viene bien a Galicia, a España no le interesa. Y supongo que viceversa.
Esto nos lleva al segundo punto de inflexión en esta posibilidad de adelanto de las elecciones galegas. El AVE. Todos los del norte sabemos la situación de las comunicaciones en nuestras comunidades (no precisamente buena) y esta situación se agrava aún más en Galicia. El AVE, imprescindible para los tiempos que corren, es prometido a Galicia desde hace años, sin que se lograsen más que unos cuantos kilómetros de vía construídos casi casi para quedar bien. Mientras el AVE no se construya, se seguirán tardando 6 horas y media en llegar de Madrid a Ourense, que es la ciudad galega más cercana a ésta. Resulta bastante vergonzoso. El gobierno, repito, le ha estado prometiendo a Galicia el AVE durante mucho mucho tiempo; Touriño tenía intensas y frecuentes reuniones con Zapatero en las que cada vez decían una fecha de finalización de la obra, pero la obra no se comenzaba. (Lo nunca visto) PP y BNG se unieron para presionar al PSOE galego. Y he aquí la cuestión. El PSOE galego le dice al PSOE central "señores, queremos AVE y lo queremos YA, o nos van a comer los lobos". PSOE galego dice "está bien, está bien, lo recogerémos en nuestro plan de financiamiento autonómico". Pero el tercero en discordia, Catalunya dice "nanai, a mí este plan no me convence. Estoy harta de ser rica y tener que mendigar como si fuera pobre". Y si Catalunya no acepta los presupuestos del plan de financiamiento autonómico... Galicia se queda sin AVE. Parece un juego de niños. Si la aristócrata pierde dinero en la bolsa, tiene que recortar presupuestos, y echa a la asistenta. Pero entonces la asistenta se queda sin comer. Dicho de otro modo, que al final los galegos dependemos de los catalanes para poder tener unas comunicaciones más o menos pasables. Y no me malinterpretéis, la culpa no es de los catalanes, está bien que miren por sus propios intereses. Pero... o algo falla en este plan... o es que va a ser cierto esto de "España se nos rompe" porque por ser una comunidad pobre, nos quedamos sin tren, aunque el país sea "rico". Vamos, que la respuesta del PSOE central al PSOE galego fue "mirad chicos... ya estamos hartos de los catalanes dándonos la chapa con sus estatuts y sus bilingüismos. ¡Tenemos que tenerlos contentos! Así que nada, jugáis a los dados con Extremadura y el que pierda, se queda sin dinerito. Y ese se lo damos a Catalunya pa' que se esté callada, hala". Y ya se sabe que los galegos nunca hemos sido muy buenos jugando a los dados... (¡si llega a ser futbolín!).
Esas son, más o menos, las causas.

Pero, ¿qué razones dio el PSOE galego para el adelanto (que finalmente no se producirá)? Eso es lo más gracioso. No supieron dar razones. Por eso yo me pasé semanas leyendo pormenorizadamente cada noticia que aparecía sobre ello en busca de algún tipo de "excusa" de adelantamiento. Y no la había. "Que no queremos que la situación de Galicia vaya a peor, que no queremos que coincidan con las elecciones vascas, que no queremos que se agrave la crisis..." Vamos, que no queremos perder. Y creo que finalmente se dieron cuenta de algo de lo que todos nos habíamos dado cuenta hace mucho tiempo: que el adelantarlas no haría más que empeorar la imagen del gobierno, ya que daría muestras de una tremenda debilidad e inseguridad en sus posibilidades de victoria. Cada vez que Touriño salía a comparecer sobre algo relacionado con esto, estaba lívido y le temblaba la voz. Miraba a los lados con temor y chasqueaba los dedos. Él tampoco comprendía qué tenía que hacer ni decir. No era más que una marioneta (según muchos) de Pepe Blanco. Y Pepiño... de Zapatero. Y Zapatero... sabe dios. Y el AVE depende del plan de financiación... y el plan de financiación de Catalunya... y Catalunya de... (¿Será que Zapatero depende de Catalunya, y así cerramos el círculo?). Y al final, si tiras uno, todos caen, como fichas de dominó. Todos se apoyan unos en los otros. El problema es que Galicia está en un lugar en el que, empujes la ficha que empujes, siempre cae.

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