domingo, 24 de mayo de 2009

Llueve en Madrid

Llueve en Madrid y ya nada es lo mismo.
Pasan los autobuses por los charcos
como quien pasa las hojas de un periódico
carcomido de tanto autoengañarse.

Versiona la primavera
un acorde desgastado de grises
y en la cocina se amontonan
la loza y y los restos de memoria.

Aguijones que no pierden mucho.
Sólo ellos concretan
el estúpido danzar de las horas
ante las ventanas salpicadas.

La tormenta dirige un coro
de barítonas lenguas limpiantes
borrando los jeroglíficos
que algún mortal quiso dejar en vela.

Llueve en Madrid y ya nada es lo mismo.

[ Y tú y yo,
como todos,
desapareciendo desagüe abajo...

No hay comentarios: