lunes, 13 de abril de 2009

A la deriva

Por las macetas chorrea
el vaticinio de un ocaso
que pudo haber sido, con la venia,
cuna y abrigo de dioses .

Una lástima porque,
quizás,
ese potencial estimado
se nos perdió en los hedonismos
donde encadenamos el mundo
a esferas de cólera
y no sepultamos el deseo
presa de tentáculos fútiles ;
ahora caminamos sin ánima
y sin pies, y sin camino.

Búsqueda del eterno anfitrión
que nos aguarda entre los despojos.
Muchos, mientras tanto,
construyen hoteles
y se encargan de ofrecer virutas
a los huéspedes cansados.


Esa nunca fue la victoria.

Pero hoy el escudo se me derrite
y, aun a puertas del averno,
quisiera encontrar un felpudo
que dijera welcome home.


1 comentario:

javixu dijo...

Uy!! Me da que a la vuelta de tierras yankis has traido la maleta bien cargadita de inspiración.
Miennnnnnn!!!
(Y yo que lo disfrute)

Un besote guapa!